Abrazados los amantes, acudieron a dormir el sueño largo y eterno... abrigados por el manto del desierto que los cubría...
Las estaciones pasaron sobre su lecho, El invierno, esparciendo gotas de lluvia, que humedecieron el manto que los cubría...
La primavera, sembrando flores multicolores, que adornaron el manto que los cubría...
El verano, trayendo rayos de sol, que bebieron la humedad del manto que los cubría...devolviéndola al cielo...y comenzar de nuevo... cual reloj de arena una y otra vez...una y otra vez...hasta que su huella y sus nombres fueron borrados del paisaje.
Y así fue como después de muchos cielos, noches, lunas y estrellas, fue alzado por sus hijos postreros, el manto que los cubría ..
Y ahí estaban los amantes, desafiando a la muerte y al tiempo....entrelazados, en un abrazo de amor eterno.un abrazo que el paso del tiempo no pudo borrar.